Greysteel, un gimnasio a las afueras de Detroit, enseña a levantar pesas a personas mayores. Algunas tienen más de 80 y 90 años.
Por Chris Cohen
Créditos The New York Times en Español
Fotografías por Brittany Greeson
- 31 de agosto de 2025
El ruido metálico de las pesas resonaba en Greysteel Strength and Conditioning un viernes reciente por la mañana. Por encima de la vibrante música, se oían instrucciones y palabras de ánimo: Tú puedes, ¡empuja!
Ann Buszard, de 84 años, se puso un grueso cinturón de cuero antes de acercarse a la barra que había cargado con 170 libras (77 kilos). Exhaló y se puso en posición, levantando con fluidez el equivalente al peso de un refrigerador mediano; luego invirtió el movimiento para dejarla suavemente en el suelo, completando con seguridad un peso muerto.
Buszard, una enfermera jubilada, nunca había tocado una pesa hasta los 74 años, cuando se dio cuenta de que le costaba trabajo levantarse después de arrodillarse. Quería ponerse más fuerte, y su hijo había oído hablar de un médico local que también trabajaba como entrenador de levantamiento de pesas.
Fue así como terminó en Greysteel, un gimnasio de Farmington Hills, Míchigan, a las afueras de Detroit. Aunque muchos gimnasios de Estados Unidos ofrecen programas para personas mayores, Greysteel se distingue por su enfoque en el levantamiento de pesas a la antigua.
La lógica de Greysteel es sencilla: los músculos y huesos más fuertes están asociados a una vida más larga y a una mejor salud. Y está demostrado que los programas de levantamiento de pesas pesadas fortalecen. Si se combinan estas dos ideas, el inevitable deterioro que acompaña al envejecimiento tal vez no sea tan inevitable.
Buszard afirmó que, como viuda que vive sola, desarrollar su fuerza le ha ayudado a mantenerse independiente y hacer las cosas que le importan, como viajar a través del país para visitar a sus nietos.
La actividad también se ha vuelto gratificante por sí misma: tras una década de entrenamiento y una cirugía de reemplazo de cadera, su meta es volver a su mejor marca personal de peso muerto: 204,5 libras (93 kilos), alcanzada en 2018.
“Si puedes hacer esto, puedes hacer muchas cosas difíciles”, dijo.



‘De pronto teníamos una comunidad’
Greysteel fue fundada por Jonathon Sullivan, que ahora tiene 65 años, como proyecto paralelo mientras trabajaba en la sala de urgencias del Detroit Receiving Hospital.
Antes de estudiar medicina, Sullivan sirvió en los Marines, pero nunca se aficionó a lo que él llamaba el estilo de ejercicio “cardio de conejito” —saltos de tijera y carreras de 32 kilómetros— que experimentó durante su tiempo ahí. Empezó a interesarse por el levantamiento de pesas mientras investigaba sobre la salud cerebral para un doctorado.
Esto lo condujo al influyente manual de entrenamiento Starting Strength, del entrenador y autor Mark Rippetoe, y su programa de vuelta a lo básico le resultó atractivo. El libro arremetía contra las máquinas de fuerza que se habían apoderado de los gimnasios convencionales, predicando en su lugar una rutina minimalista de levantamiento de pesas.
Sullivan desarrolló un programa para modificar los métodos de entrenamiento estándar para personas mayores, que publicó en The Barbell Prescription, su libro de 2016. El programa básico gira en torno a cuatro levantamientos: press de banca, sentadilla, peso muerto y press por encima de la cabeza, complementados con cardio. Y aunque el programa proporciona amplios ajustes para cuerpos de edad avanzada, se enfoca en pesos relativamente altos, repeticiones bajas y una sobrecarga progresiva, o en estructurar un plan de entrenamiento para incrementar la dificultad de manera constante.




En 2013, empezó a ofrecer entrenamientos en su cochera, y más adelante en un espacio abandonado en el que crecían hongos en la pared, que era apenas lo suficientemente grande para un soporte de sentadillas. Para 2018 ya entrenaba a unas 15 personas en un gimnasio de verdad. Tras alrededor de 25 años en urgencias, descubrió que los turnos nocturnos estaban afectando su salud. Entonces decidió dedicarse de tiempo completo a Greysteel.
Actualmente el levantamiento de pesas con barra está experimentando un auge, impulsado en parte por tendencias de entrenamiento como CrossFit y voces de internet como la de Casey Johnston, una escritora de Substack. Algunas grandes cadenas de gimnasios han reducido su oferta de cardio para dejar espacio a más aparatos de levantamiento. Este impulso incluye a las personas mayores: el índice de participación en el campeonato nacional de levantamiento de pesas para masters, una competición para personas mayores, casi se triplicó entre 2015 y 2019.
Ahora Sullivan entrena a alrededor de 40 personas en Greysteel, que acomoda ocho estaciones en un local de un centro comercial. Los socios pagan 500 dólares al mes por dos sesiones semanales de entrenamiento estrechamente supervisadas, además de acceso a clases de yoga y artes marciales. (También se ofrece un entrenamiento remoto más barato).
“Era algo que iba a hacer como actividad secundaria”, dijo. Pero empezó a aparecer más gente. “De pronto teníamos una comunidad”.
‘Me siento mejor cuando hago esto’
El Colegio Estadounidense de Medicina Deportiva recomienda que la mayoría de los adultos realicen algún tipo de ejercicio de resistencia al menos dos veces por semana. Sin embargo, menos de un tercio de los estadounidenses alcanzan ese umbral, y la mayoría de las autoridades de salud pública se enfocan en el mensaje de que cualquier entrenamiento es mejor que no hacer nada.
Aunque pocos expertos recomendarían las desafiantes rutinas de Greysteel a todas las personas mayores, su enfoque ha funcionado para sus miembros; varios de ellos incluso le atribuyen el mérito de haberles salvado la vida. A Val Rosengren, de 75 años, le diagnosticaron un caso grave de sarcopenia, una pérdida de masa muscular relacionada con el envejecimiento. Pero gracias a 10 años de levantamiento de pesas, dijo que entre repetición y repetición había ganado 5,5 kilos de músculo.



Otros simplemente intentan evitar un lento deterioro.
“Mi mamá tenía de todo: hipertensión, diabetes, colesterol, y terminó con demencia, y eso es lo peor del mundo”, dijo Cathy Jozwick, de 61 años. “Así que quiero prevención, si puedo”.
Nina Blachman, profesora asociada de medicina y geriatría de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, dijo que el ejercicio puede desempeñar un papel importante en la prevención o el control de las enfermedades crónicas, aunque advirtió sobre el peligro de intentar seguir un plan de ejercicio agresivo sin la debida precaución.
“Queremos que la gente haga tanto ejercicio como pueda hacer cómodamente”, dijo Blachman. Dependiendo de la persona, dijo, eso podría ser nadar o hacer yoga en silla. Pero también considera valioso animar a las personas mayores a esforzarse, siempre que tengan cuidado.
Asheesh Bedi, director ejecutivo de medicina deportiva y profesor de cirugía ortopédica en la Universidad de Míchigan, dijo que las personas mayores deben tener especial cuidado con el levantamiento de pesas y los entrenamientos.
No obstante, cualquier actividad física conlleva un riesgo. Las implicaciones negativas de la inactividad para la salud pueden ser más difíciles de ver, dijo Bedi, pero podrían presentar un riesgo mayor que los entrenamientos con pesas cuidadosamente supervisados.
Un miembro de Greysteel, Walter Sahijdak, de 62 años, sufrió un desgarro muscular poco después de empezar en el gimnasio —“una sentadilla que salió mal”—, pero ha seguido con el programa.
“Estar todo el día sentado en un escritorio puede desgastarte mucho”, dijo. “Simplemente me siento mejor cuando hago esto”.


A sus 98 años, John Claassen es el levantador más longevo de Greysteel; utiliza una andadera para acercarse a la barra.
Cuando hace dos años le diagnosticaron una enfermedad potencialmente mortal de la vesícula biliar, dijo que su fuerza le ayudó a convencer a su cirujano de que podría sobrevivir a una operación para extirpársela. Dijo que levantar pesas también le ayudó a recuperarse tras la intervención.
“Veo todo lo que ha pasado desde entonces como años de regalo”, dijo Claassen.
Entrenar en Greysteel le ha dado un sentido de dirección y de comunidad. Los miembros intercambian tarjetas de cumpleaños y se mantienen al tanto de las enfermedades, operaciones, vacaciones y récords personales de los demás.
“Somos como hermanos y hermanas”, dijo. “Te sientes regenerado por la unidad de propósito que tenemos”.
Chris Cohen es escritor y editor en Nueva York.
Créditos The New York Times en Español