Amigos, mis queridos amigos de las redes sociales.
Como intelectual he llegado a la conclusión de que el líquido más caro, más que el agua y el petróleo, es una lágrima. Por lo tanto, piensen antes de herir a los demás. Los seres humanos estamos llenos de sentimientos, por lo que a veces nos hieren con simples palabras.
A veces, las personas que han sido heridas, no responden a las agresiones verbales no porque no sean capaces, sino por prudencia, y como exclusivo recurso lo único que hacen es llorar. Sin embargo, en medio de esas lágrimas caen como gotas de rocio nudos de sentimientos. Por eso muchas veces las palabras dañan más que los golpes.
Amigos, mis queridos amigos de las redes sociales, sean sabios y prudentes a la hora de actuar en la más simple discusión para no dañar los sentimientos de los demás, que es el único valor moral que atesora desde su nacimiento el ser humano.
Tengan una feliz noche, y que el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, acampe en sus moradas. De mi parte, un fuerte abrazo.