El traspaso de Carlos Correa a los Yankees marcaría un antes y un después tanto para el jugador como para las franquicias de New York y Minnesota
Carlos Correa vuelve a ser protagonista en el mercado de cambios de las Grandes Ligas. Tras un ciclo irregular con los Minnesota Twins y el bajo rendimiento del equipo en esta temporada 2025, su nombre suena con fuerza como candidato a cambiar de camiseta. Uno de los destinos más mencionados para el campocorto puertorriqueño es, nada menos, que los New York Yankees.
Semanas atrás se discutió su posible llegada a los Dodgers de Los Ángeles, otro equipo con aspiraciones de campeonato. Sin embargo, los rumores más recientes apuntan al Bronx, donde los Yankees evalúan sumar una pieza clave para reforzar su cuadro interior con miras a la postemporada. La franquicia neoyorquina está en la cima de la División Este de la Liga Americana, pero aún busca consolidar su defensa y profundidad.
¿POR QUÉ CARLOS CORREA ES UNA OPCIÓN VIABLE PARA LOS YANKEES?
El desempeño de Correa en Minnesota ha estado lejos del nivel que mostró en Houston. A pesar de haber firmado un contrato de 200 millones por seis años en 2023, su producción se ha visto mermada por las lesiones y un bajo rendimiento ofensivo. En 2025, registra línea ofensiva de .261/.302/.394 con 7 jonrones y 28 impulsadas, cifras muy por debajo de su estándar.
Aun así, su experiencia, liderazgo y calidad defensiva lo convierten en una pieza codiciada para los equipos con aspiraciones de título. En el caso de los Yankees, su presencia permitiría reacomodar a Anthony Volpe en la segunda base o evaluar un movimiento hacia la tercera, aunque Correa no ha jugado allí en MLB.
El traspaso reciente de Rafael Devers a los Giants encendió las alarmas de una posible ola de cambios entre estrellas. En este contexto, los Yankees tienen activos suficientes para negociar con Minnesota. Prospectos como Jasson Domínguez, Oswald Peraza o talentos emergentes de ligas menores podrían formar parte del paquete para convencer a los Twins.
EL RETO ECONÓMICO Y CONTRACTUAL
El salario anual de Correa (unos 33 millones) representa una barrera para muchas organizaciones, pero no para los Yankees. Con un alto presupuesto y la urgencia de volver al protagonismo, el club del Bronx podría absorber ese compromiso. No obstante, la cláusula de no cambio del boricua implica que él tendría la última palabra. Aun así, el prestigio y el escenario competitivo de New York podrían seducirlo.
Su paso por Minnesota ha sido discreto: un fichaje estrella que no logró dejar huella. La falta de química con la afición, las lesiones y los resultados limitados han generado cuestionamientos. Un cambio de aires podría revitalizar su carrera.
UN NUEVO COMIENZO EN NEW YORK
Con 31 años, Correa aún tiene combustible para competir al más alto nivel. Volver a un equipo con cultura ganadora, presión mediática y aspiraciones concretas al campeonato podría reactivar su motivación. En los Astros, fue campeón y pieza clave en postemporadas; esa experiencia es lo que busca un club como los Yankees.
El liderazgo en el clubhouse, su capacidad defensiva y su temple en momentos decisivos podrían ser lo que necesita New York para regresar al trono. Si el cambio se concreta, estaríamos ante una de las movidas más impactantes del cierre de temporada.
Por ahora, todo es especulación. Los directivos de Minnesota han sido cautelosos, aunque no descartan evaluar ofertas. La fecha límite de cambios en julio será crucial. También existe la posibilidad de que un movimiento se dé en la temporada baja. ¿Será el Yankee Stadium el nuevo hogar de Carlos Correa?